Para quienes no conoce mis raíces, debes saber que nací en un país místico y mágico llamado México. Sin embargo, hace trece años emprendí un viaje de aventura que me trajo a Europa por segunda vez. No sabía exactamente si me quedaría en Francia o en España. Al final por muchos factores, entre ellos el idioma y la cultura muy parecida, elegí Madrid. Lo que nunca imaginaría es que aquí me encontraría con una diversidad cultural tan amplia. Marroquíes, ecuatorianos, peruanos, rumanos, rusos, chinos, tailandeses, brasileños… Hay de todo en esta maravillosa tierra.
Pero de entre todos ellos, hay una cultura de la que me he enamorado profundamente. Es un país de gente muy echada pa’lante, son muy trabajadores, son personas muy inteligentes, atrevidas, ingeniosas, inquietas, amables, risueñas, cariñosas. Hacen negocio de cualquier cosa. Si les dices: -Mire, usted no es capaz de subirse allá arriba-, en menos de lo que canta un gallo los verás trepando a como de lugar. Eso sí, el problema es para bajarlos de ahí. Si les ordenas que hagan algo, te cuestionan que pa’qué o porqué. Cuando te los encuentras por la calle, inmediatamente los identificas, por su acento tan rico y cantado: Quiubo pues mi’jo, ¿bien o que? Reconoces a sus hermosas mujeres en la calle por la forma tan arreglada y coqueta en la que salen. Cuando llegas a sus hogares todo es alegría. La música les da vida.
Así es, lo has adivinado.Toda esa gente nació en un hermoso país llamado Colombia.
Al igual que Yokoi Kenji, pienso que Colombia es un país maravilloso. Es un país lleno de riquezas naturales. Sin embargo, tristemente, vive dominado por un tipo de pobreza. La pobreza mental, carente de buenos hábitos y la carencia de una actitud indispensable para alcanzar el éxito.
No podría emular en este momento un mejor discurso como el que Yokoi Kenji desarrolla en el siguiente video. Yokoi Kenji es un emprendedor social colombo-japonés. Si señor, aunque tu cerebro lo hubiese identificado como chino cuando viste la foto de portada, por sus venas circula sangre colombiana y japonesa.
Si eres colombiano de pura cepa, te pido que veas el siguiente video y abraces desde el amor, la visión y el compromiso que nos propone Yokoi Kenji para cambiar tu país. Si eres Mexicano o de cualquier otra parte de Latinoamérica, te pido que también abraces estos consejos. Latinoamérica está llena de mitos, unos positivos y otros negativos. Latinoamérica, contrario a lo que se piensa, es un territorio sumamente rico, desbordada en recursos naturales. Tanto así que tiramos mangos y papayas a los cerdos por falta de mano de obra en la recogida de las buenas cosechas. Aún así lo más hermoso es su riqueza humana, habitada por personas sonrientes, humildes y amables que por si fuera poco está experimentando un despertar de conciencia colectivo.
Te invito a que trabajemos todos juntos, desde el compromiso, el respeto, la disciplina y el amor, en derrocar aquellos mitos que nos impiden ser quienes realmente somos. Te invito a que abraces las ideas y palabras de Yokoi Kenji y las hagas tuyas. Te invito a que compartas con los más jóvenes este tipo de discursos. Apaguen la televisión, cierren las páginas llenas de noticias negativas y de pornografía y siéntense todos juntos en un círculo familiar gobernado por el amor, a reflexionar y proponerse acciones sencillas que puedan llevar a cabo hoy mismo.
Suzanne Powell, una gran mujer que conocí hace un par de semanas, tiene una frase que dice: «La abundancia significa tener hoy, lo que necesitas hoy, para hacer lo que tienes que hacer hoy».
Yokoi Kenji ha pasado de las ideas a la acción, y tiene una fundación que se llama Turismo con Propósito. Si vives en Colombia entonces eres un doble privilegiado, ya que tienes a tu alcance poder asistir a sus cursos, conferencias y campamentos para los más jóvenes.
¡Que tengas un excelente día!
Descubre nuestros proyectos sociales
- Aquí tienes el link a la web de la fundación: www.turismoconproposito.org
Una conferencia interesante la de Yokoi Kenji y lo que puedo rescatar de esta platica es que Latinoamérica es rica en recursos y lamentablemente no nos queremos dar cuenta que propios y extraños están acabando con esos recursos y que el día de mañana estaremos extrañando y preguntando en que momento los perdimos. Puedo concluir que el Japonés es una Persona Disciplinada, Respetuosa, Honorable y Trabajadora y a diferencia nuestra somos: Indiferentes, Apáticos, Faltos de Compromiso y sin embargo somos capaces de responder ante la desgracia de los demás, tenemos alta creatividad y lastima que en muchos casos se utilice para beneficios personales o para hacer daño a terceros. Mientras no podamos vencer a la corrupción y a la anarquía que se vive en la actualidad, difícilmente se podrá salir del bache en que vivimos. Recientemente vi en el periódico las cifras que sitúan Mexico en una de los Países con menor recaudación de impuestos y lo aberrante es que nos comparan con economías cuyo ingreso per cápita anual es de $20,000.00 USD o mayor, mientras que en México es del orden de los $6,000.00 USD (a reserva de confirmar la cifra real). Mientras sigan existiendo Empresarios Ricos y Trabajadores pobres, no creo que se logre mucho avance. Pero también es un problema de actitud, pienso que en muchos casos la gente esta buscando la ley del menor esfuerzo y sino ahí esta la venta de productos chinos (por baratos y no precisamente por calidad), venta de productos robados, piratería, etc.. y definitivamente la necesidad hace milagros. Hay que empezar con uno mismo y rompamos con esquemas tradicionales, contagiemos a los que si están interesados en un cambio efectivo y hagamos a un lado la indiferencia.
yo creo que el señor Kenji nos propone (a los habitantes del mundo) que pensemos en la posibilidad del cambio de actitud en la observacion e interactuacion de nosotros mismos frente a lo que nos rodea, que ese cambio de actitud este regido por nosotros mismos y que ademas nos tomemos el «trabajo» y la perseverancia (esto no termina hasta la desaparicion fisica, para mi) de volcarlo en una accion positiva y superadora, tal es mi humilde opinion como diria un compatriota mio, perdon soy argentino. Quiero destacar la hermosa descripcion en este articulo del autor hacia la cultura colombiana a quienes admiro, como a la japonesa por supuesto.